Con 25 años funcionaria y a la primera
Si de algo da fe Inmaculada Membrado Herrera (Jaén, 1982), es que el trabajo duro tiene recompensa. Y lo dice una mujer que se va a dedicar a partir de ahora a dar fe como actividad profesional. Es notaria. La notaria más joven de España. Tomará posesión de su plaza en Perrañoya-Pueblo Nuevo (Córdoba) a mediados de julio, con 25 años y diez meses. Hasta el Príncipe Felipe la ha felicitado como la "benjamina" de la última promoción que acaba de aprobar las oposiciones.
La suya es una historia de constancia, "desde el primer día que entró al colegio Guadalimar", resalta su madre, Elena Herrera. De ella -licenciada en Derecho- le vienen genes notariales. Un pariente es actualmente notario en Málaga, aprobó también a la primera y también como el más joven. Su hermana menor acaba de sacar Derecho en tres años y ya estudia notaría. "Ella siempre ha sido aplicada y humilde pese a los halagos que recibía", indica la madre. Ejemplar no sólo en lo académico: "Nunca nos ha dado un disgusto", remacha. Tampoco llevaba una vida monacal: salía con las amigas -"algunas noches hasta las siete", admite Elena-, montaba a caballo y hacía deporte.
Inmaculada nunca ha suspendido un examen. Ni el de conducir. Pasó brillantemente por la Facultad de Derecho de la Universidad de Jaén. Y desde que entró, ya pensaba en ser notaria. "Saqué unas veintisiete o veintiocho matrículas", duda ella misma. Premio extraordinario fin de carrera y a preparar la oposición. Eligió una academia de Jaén. Acertó: de los 20 que presentaron a las oposiciones aprobaron cuatro, el porcentaje más alto de España. Otras provincias como Sevilla precisaron de 80 candidatos para presumir hoy del mismo número de nuevos notarios. Inmaculada pasó dos años y medio viendo entre doce y catorce horas al día -seis días a la semana- los tendederos del patio de luces que dan a su cuarto de estudio, y las estampas de santos bajo el cristal de su mesa.
Su casa respiraba el silencio "de un convento", recuerda. Hasta el cartero aprendió que debía llamar con los nudillos y hablar bajito. Las visitas se restringieron. Nada debía alterar la paz. "Mi familia y mi novio me han ayudado muchísimo. En todo", no se cansa de repetir. La notaria más joven de España no sólo aprobó a la primera: se presentaron 1.200 candidatos y superaron la prueba 130. Inmaculada logró el número 54.
A poco más de veinte días de ocupar su primer destino, no piensa en celebraciones. "Nada especial. Sólo disfrutar de lo que me he privado estos dos años y medio". Salir con las amigas, disfrutar de su novio, algún viaje con sus padres. Y preparar la oficina en Peñarroya.
Ayer tocó atender a la prensa. "Las fotos mejor desde ese lado, que es mi perfil", indicaba. Que es notaria. Pero tiene 25 años.
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