Consejos para la Defensa Oral de tu Oposición

La defensa oral de una oposición ante un Tribunal, como en las de Educación, Jurista, Policía de Escala Ejecutiva y algunas oposiciones superiores, supone el último paso hacia la consecución de nuestro objetivo.

Es necesario conocer los criterios de corrección que indica dicho Tribunal, para tratar de establecer actuaciones adecuadas, planificando dichas actuaciones de forma muy concreta, partiendo siempre de la base del necesario enfoque globalizado, así como el tiempo de duración de la presentación para organizar la exposición.

Fundamental es, controlar la puesta en escena, planificando la forma de vestir, y cuidando  la estética de la presentación, la expresión verbal y no verbal, el orden en la argumentación, haciendo que la presentación sea pausada, serena y sobre todo segura.

El opositor/a deberá dominar unos conocimientos que fundamenten y argumenten su exposición, a ser posible adaptándolo en base legal, teórica o de actualidad. Es por ello por lo que habrá que valorar que es lo estrictamente necesario, ya que es muy importante ceñirse al tiempo de defensa, dividiendo la exposición en tres partes: introducción, desarrollo y conclusión. Elaborando un guión previo, en el que aparezcan las ideas principales esquemáticamente presentadas y que servirán de guía y apoyo

Para que una presentación oral sea eficaz, debemos ser capaces de transmitir los conceptos e ideas con claridad y naturalidad intentando mantener enganchado al Tribunal en todo momento. Será importante conocer estrategias de comunicación oral, es por ello por lo que la oratoria debe ser adecuada para la defensa.

Debemos ensayar previamente, frente a un espejo o incluso delante de otras personas, ya que, de esta forma, nos percataremos de fallos que a simple vista nosotros no somos capaces de detectar.

Debemos asegurarnos de no cometer fallos habituales en la oratoria como son:

- Uso de muletillas

- Dar la espalda al Tribunal

- Gesticular en exceso

Hay que  ser conscientes de que, con nuestra voz, vamos a transmitir un aura de autoridad, de confianza, y sobre todo de convicción en las ideas que exponemos, para ello tendremos que controlar tres aspectos importantes de nuestra voz, como son: el volumen, el tono y la velocidad.

Por último, es importante enlazar con armonía la finalización y despedida, con las últimas palabras de la exposición, ya que en este momento todavía está en juego nuestra imagen y credibilidad.