Consejos para leer el tema ante el tribunal
Cuidar la letra y la ortografía.
Lo que se está escribiendo se ha de leer luego ante el tribunal, por esta razón la letra ha de ser legible. Este aspecto es muy importante si además el tribunal se encarga de corregir el examen sin lectura. No hay que decir que si esto último ocurre es absolutamente imprescindible cuidar la ortografía.
Si tienes que leer no abuses de los gráficos.
Es preferible en este caso redactar la información y describirlo. Cuidado con los gráficos que se han utilizado si uno no se acuerda como interpretarlos a la hora de leer; puede llegar a poner muy nervioso. Por esta razón es preferible una descripción detallada dirigida a su lectura.
Citar las referencias y fuentes bibliográficas utilizadas o que se sabe que existen para ese tema.
En todo caso, hay que asegurarse de no equivocarse en el nombre del autor, fecha o título, ya que produce un efecto pésimo. Además hay que tener en cuenta, para las oposiciones orientadas a la docencia que los ejercicios de ingreso requieren una asimilación personal que acepta incluso un punto de vista crítico con la opinión personal basada en argumentos sólidos, citas bibliográficas y ejemplos claros.
Conviene subrayar frases, conceptos y definiciones que ayuden al tribunal a valorar el dominio de los conceptos.
A la hora de leerlo, hacer énfasis en lo subrayado. Esto aportará una amenidad que el tribunal, probablemente cansado de oír lecturas de ejercicios con un tono monocorde, agradecerá.
Si se tiene tiempo, repasar antes de entregar el ejercicio.
Aunque se esté cansado, volver a leer el ejercicio suele dar muy buenos resultados. Si no se encuentra ningún error, se pueden emplear los últimos minutos en redactar una conclusión que cierre bien todo el tema.
A la hora de leer el ejercicio conviene cuidar la imagen.
Conviene vestir de manera formal, pero apropiada a la situación. Ante todo y sobre todo el tribunal va a valorar los ejercicios, pero un aspecto desaliñado no ayuda precisamente a crear una imagen de trabajo y esfuerzo. Por otra parte, una imagen impactante puede hacer que el tribunal se centre más en ella, que en escuchar con atención las explicaciones del opositor. No hay ni que decir que en todo momento el opositor se ha de comportar con educación y ni mucho menos caer en la tentación de responder con descaro a algún comentario sobre el ejercicio o dejar caer que se sabe más que el tribunal.
A la hora de la lectura, ante todo tranquilidad.
El tribunal son ante todo personas que tienen una difícil tarea de selección. No se van a comer a nadie, pero han de ser rigurosos con el fin de ser lo más justos y objetivos posibles. Leer el ejercicio con naturalidad, pensando que el trabajo principal ya fue hecho el día del examen.
Una vez que se empieza a leer, los nervios van poco a poco disipándose. Las poses estudiadas tipo locutor del telediario suelen ser contraproducentes, ya que dan una imagen demasiado teatral, y el opositor sobre todo, ha de estar tranquilo, centrándose en el contenido del examen, más que de su pose fotogénica.
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