La crisis alcanza a los funcionarios

Si hasta ahora los funcionarios se creían a salvo de la tempestad económica que vive el país, las cuentas públicas les hacen dudar ahora de su propia situación económica tras las declaraciones del secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, que ha recomendado un esfuerzo “importante” en la contención de salarios públicos.

El déficit del Estado sigue creciendo mes a mes. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Economía y Hacienda, el agujero de las cuentas del Estado se elevó a 71.524 millones de euros hasta noviembre, lo que supone un 6,79% del Producto Interior Bruto (PIB).

Aunque Ocaña ha reconocido que en 2010 todavía no se impondrán medidas de contención del gasto público, a excepción de nuevos ajustes en las retribuciones de los empleados públicos ya que el coste salarial es una pieza clave en los presupuestos públicos.

Y la recaudación sigue sin recuperarse. Hasta noviembre, los ingresos disminuyeron un 20,9% interanual en términos de caja. En cambio, los gastos se dispararon un 24,7% debido al aumento de la tasa de desempleo y de los planes para paliar la recesión más intensa.

Además, Ocaña denunció que algunas comunidades autónomas no han querido adherirse a un pacto para reducir los números rojos del conjunto de las administraciones.

Aunque estos datos no son buenos, debemos enfocar nuestro próximo año con la seguridad de que no nos quedaremos sin trabajo si ya hemos conseguido alcanzar nuestro objetivo de ser funcionarios.

Qué nos congelen el salario sólo supone un apretón de cinturón pero no los malabarismos que la crisis está provocando en muchos trabajadores de la empresa privada que han perdido sus empleos. Podemos considerarnos afortunados.