Las autonomías concentran más del 50% de todo el empleo público
La evolución del empleo público es uno de los indicadores más claros del alto nivel de descentralización al que ha llegado España, donde las autonomías han superado este año por primera vez el porcentaje del 50% de todo el empleo público del país, hasta alcanzar la cifra absoluta de 1.260.575 efectivos en enero.
El segundo gran colectivo de empleo público se concentra en los ayuntamientos y diputaciones (602.001, el 24%), mientras que la Administración central ha quedado relegada al tercer lugar (553.206 efectivos, el 22% del total).
Según los datos del último boletín estadístico del personal al servicio de las Administraciones públicas, que edita el Gobierno, desde 1998 la cifra de empleados públicos ha pasado de 2.205.482 a 2.512.038 el pasado enero. Este incremento de 306.556 efectivos se ha repartido de forma muy desigual entre los diferentes niveles administrativos y ha consolidado el peso de las autonomías.
Mientras que las Comunidades han incrementado su plantilla global en 555.399 empleados en este decenio, equivalente a un aumento del 79%, la Administración central ha disminuido en 335.992 efectivos, lo que supone una caída del 38%.
El gran salto en la descentralización en este periodo se inició en el 2001, cuando empezaron los traspasos la mayoría de las autonomías de las competencias de educación, primero, y de sanidad, después. En enero del 2001, la Administración general del Estado todavía tenía 434.538 empleados. Un año más tarde, esta cifra se había reducido hasta los 241.803 y se ha mantenido prácticamente estable hasta la actualidad, con una reducción desde entonces de unos 10.000 efectivos.
Por contra, las autonomías han incrementado de forma espectacular sus plantillas, muy por encima de la reducción del personal de la Administración central, debido, en gran parte, a un incremento de sus servicios públicos. La descentralización, medida en porcentaje de empleados de cada nivel administrativo, es muy evidente si se compara la situación actual con la de 1998. En aquel año, la Administración central, contando con las universidades, los cuerpos de seguridad y las fuerzas armadas, la justicia y las empresas estatales, tenía el 40,3% de todos los empleados públicos y las autonomías el 31,9%. Ahora, las administraciones autonómicas alcanzan el 50,2% y la central el 22%. Aunque si a los empleados estatales se les restan policía, Fuerzas Armadas, justicia y las entidades públicas empresariales, la Administración central se limita al 9,3%.
Según el Ministerio de Administraciones Públicas, el mayor incremento de efectivos del Estado en los últimos tres años corresponde al colectivo de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que cuentan con 7.186 empleados más que en el 2004.
El aumento global de la plantilla de empleados públicos en España en el último decenio equivale a una contratación media diaria de unos 84 trabajadores.
Aunque no hay datos tan actualizados del reparto del gasto público, las cifras del 2006 reiteran el efecto real de la descentralización: un 49% del gasto correspondió a las autonomías y a las administraciones locales conjuntamente; otro 22%, a la Administración central, y el 29% restante, a la Seguridad Social.
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