"Los cambios en el sistema de oposiciones generan inestabilidad"
"Interinidad, acceso al mundo laboral". Ese fue el tema sobre el que se habló en las I Jornadas sobre la Realidad Laboral Docente y que tuvo lugar en Huesca.
A las jornadas acudió Enrique García Francés, profesor interino de Geografía e Historia y secretario general de un sindicato de enseñanza aragonés acompañado por Jerónimo Jaramillo, interino de Filosofía en Monzón, que explicó su propia realidad laboral. García Francés planteó el tema de la precariedad en torno a dos puntos: las oposiciones y la congelación de las listas.
Respecto a las oposiciones, el secretario de enseñanza reconoció que "la queja que existe desde hace muchos años es que cada convocatoria o cada dos se cambia el sistema" y "hay que reciclarse: aprender a estudiar todo, a hacer programaciones, unidades...". A estas modificaciones se suma el hecho de que continuamente se les aumenta "la exigencia de cursos de formación, lo que supone un desembolso económico importante".
Como ejemplo de esta inversión económica y de tiempo, Enrique García recordó que en la última convocatoria de Primaria y Secundaria les exigieron "poner programaciones y unidades didácticas y para ello la gente que no ha trabajado nunca se tiene que apuntar a una academia para aprender a hacerlas".
Para los opositores todos estos cambios implican "inestabilidad porque cada vez hay que invertir más dinero y tiempo". Pero el segundo problema llega una vez que se ha aprobado la oposición, porque "al estar las listas de interinos congeladas desde hace varios años y según hemos sabido hasta el 2011, en las oposiciones del año pasado de Secundaria, gente que se presentaba por primera vez y sacó un diez, se ha quedado en la última lista y sin posibilidades de trabajar".
Enrique García insiste en la importancia de congelar las listas "para dar seguridad a la gente que trabaja o que está en ellas", pero apuesta por buscar el equilibrio para que "esa gente que se incorpora a ellas tras haber sacado un diez también tenga su oportunidad".
El interino que ya trabaja y el de nuevo acceso preocupan a partes iguales a este sindicato, que se enfrenta a un tercer problema cuando uno empieza a trabajar y que no es otro "que las plazas precarias a las que tienen acceso".
El ejemplo lo puso sobre la mesa Jerónimo Jaramillo, un sevillano que contó su propia experiencia. Trabaja en Monzón con un contrato de seis horas y por una ley de incompatibilidades a nivel estatal no puede tener otro contrato.
García Francés reconoció que frente "a los profesores funcionarios que son directores de institutos y alcaldes de pueblos y que no están bajo esa ley de incompatibilidad, los interinos, como Jerónimo, tienen un trabajo de seis horas a la semana, viven fuera de su localidad y no pueden buscar otro trabajo".
La necesidad de obtener puntos para ocupar un buen puesto en la lista de interinos les "obliga a aceptar estos trabajos con condiciones dificultosas porque, además del tipo de contrato, luego te encuentras al llegar al puesto de trabajo que los profesores del centro, los funcionarios, nos han dejado los peores horarios, los grupos que no quiere nadie y las tutorías, que llevan muchas horas de trabajo".
Enrique García Francés reconoce que "cuando somos interinos a jornada completa o funcionarios tenemos unas condiciones de trabajo muy buenas, pero para la gente que está en una lista esperando que le llamen o él que por puntos acepta una jornada de seis horas, sabe que tiene que hacer frente a una carrera de obstáculos". Ante esa realidad, un reto: "Apoyar la estabilidad de los interinos y que también se reconozca a la gente que hace una oposición brillante".
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