MIR para profesores, la búsqueda de la excelencia educativa

En estos últimos días se habla del MIR para profesores, esta idea no es nueva, de hecho, es una idea recurrente que periódicamente aparece en los medios y en el ámbito educativo.

Esta propuesta lleva planteándose desde el año 2002 por vía de varios partidos políticos, a veces a nivel nacional, otras a nivel comunitario; a veces para los aspirantes a maestros, otras para los futuros profesores de secundaria y la mayoría de las veces para todos los docentes no universitarios.

Esta propuesta ha sido bien aceptada por parte de todos los colectivos docentes que buscan la profesionalización educativa.  

Lo que se busca es la excelencia del docente. Los últimos cambios legislativos en educación, así como todas las modificaciones en las oposiciones para maestros y profesores pretenden la profesionalización de nuestros docentes, que son el elemento fundamental en una educación de calidad.

Para tener una educación de calidad hay que empezar por tener unos profesionales de la educación de calidad y ello pasa por darles la importancia y el reconocimiento que se merecen. La figura del maestro y del profesor es muy importante para el desarrollo de una sociedad y para ello es importante tener a nuestros mayores potenciales en el sector educativo.

Se han modificado y ampliado los planes de estudio para los maestros de infantil y primaria, se ha cambiado el CAP (certificado de aptitud pedagógica) por un master en educación, ampliando así contenidos educativos; se han modificado los procesos de acceso a la función pública docente (oposiciones), pero todo esto no parece suficiente.

Hay voces que pugnan por una mayor restricción en el acceso a los Grados de Maestro y en endurecer sus contenidos, otras a la ampliación de los tres módulos (genérico, específico y practicum) del Master Universitario en formación del profesorado de educación secundaria obligatoria y bachillerato, formación profesional y enseñanzas de idiomas.

Lo que está claro es que se busca la selección de la excelencia y esto pasa por endurecer las oposiciones a maestros y a profesores, pero para ello sería necesario ir un paso antes y mejorar la formación de nuestros futuros docentes.

Se aprende trabajando y la puesta en práctica de nuestros conocimientos es la mejor forma de aprender y desarrollarnos, por ello, la idea pretende que tras aprobar las oposiciones en su aspecto más teórico, nuestros docentes tengan que llevar a cabo un periodo de trabajo real en centros educativos supervisados (dos años para maestros y cuatro años para profesores y pedagogos).

Toda mejora en educación siempre es bien recibida. La base de una sociedad está en su educación.