¿Qué pasa con las convocatorias de maestros y profesores?
Llevamos ya unos cuantos meses en los que nos invaden noticias referidas al mundo de la educación. Noticias que hablan de recortes, noticias que hacen hincapié en el modelo de educación que hoy necesitamos. Las hay que reivindican la autoridad del profesor y la dignificación de una profesión, hoy desprestigiada tanto por los propios cambios del rol de los profesores, como el de los alumnos y los padres. Estos últimos, sumergiéndose en este mundo de forma masiva y no siempre con el criterio que los propios alumnos y los profesores necesitan.
Da miedo oír todo este cúmulo de noticias, no siendo ajeno, este miedo, al mundo de los profesionales de la educación.
Todos perecemos tener claro que la educación debería ser el fruto de la interactuación de los tres ámbitos protagonistas:
- El alumno como responsable de su propio desarrollo intelectual.
- El maestro y profesor, como agente que promueve el mismo.
- Los padres en su rol de catalizadores (favorecedores del desarrollo en el proceso educativo).
Y sin embargo y a pesar de todas estas noticias, sigue habiendo muchos aspirantes a este oficio tan antiguo como la propia civilización. La sociedad sigue necesitando de vocaciones docentes capaces de ayudar al cambio que nuestra sociedad demanda y necesita.
Pero la crisis origina recortes y los recortes frenan este potencial que ahora necesitamos y que sin duda nos ayudaría a salir de la misma. Es en esta situación, sin recursos, cuando más necesitamos del máximo esfuerzo para conseguir la sociedad que necesitamos en el presente y caminar hacia el futuro anhelado.
Pero, ¿Tenemos claro qué tipo de sociedad necesitamos? O, dicho de otra forma: ante la sociedad que tenemos, fruto en gran medida de la globalización de todo lo que a ésta influye, ¿Qué perfil de maestro y profesor necesitamos?
Analicemos grosso modo, dos aspectos de la sociedad en la que estamos inmersos:
- Una sociedad multi-lingüística, en la que el conocimiento de diferentes lenguajes e idiomas es fundamental para desenvolverse en ella.
- Una sociedad que se mueve al ritmo de las nuevas tecnologías.
Si a esto añadimos que los alumnos ya han dejado de ser elementos pasivos en el proceso educativo, concluiremos, que el perfil de educador que nuestra sociedad necesita, no se corresponde con el modelo tradicional y en consecuencia tampoco con el sistema actual de oposición.
¿Responde esto a la necesidad que nuestros gobernantes han visto a la hora de replantearse un nuevo modelo de oposición? Que cada uno saque sus propias conclusiones.
Lo que sí es cierto es que, hoy por hoy existen convocatorias abiertas como la de Cantabria, que retrasada o no, son un halo de esperanza para todos aquellos que quieren aportar su granito de arena en la construcción de la nueva sociedad que nosotros mismos demandamos. Pero además, la buena noticia es que al año que viene, tendremos convocatorias en todas las comunidades.
¿Empezamos a prepararnos ya para ser motores de este cambio?
0 (0 votos)