¿Qué es una oposición?
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Una oposición es un procedimiento selectivo mediante el cuál aquéllas personas que cumplan los requisitos exigidos y superen las pruebas establecidas, obtienen un puesto de trabajo como funcionario en la Administración.
Una oposición es un procedimiento selectivo mediante el cuál aquéllas personas que cumplan los requisitos exigidos y superen las pruebas establecidas, obtienen un puesto de trabajo como funcionario en la Administración.
Mediante la convocatoria, que se publicará en el Boletín Oficial del Estado, Autonómico o Provincial, se indicará el número de plazas que es necesario cubrir, el puesto de trabajo (por ejemplo, bombero o auxiliar administrativo), el organismo para el que vamos a trabajar y el plazo de que disponemos para presentar la instancia, necesaria para poder participar en el proceso selectivo. En la convocatoria, además, se establecerá en qué boletín se publican las bases de la convocatoria o, como es el caso de las convocatorias nacionales, junto a la misma convocatoria se publican también las bases.
¿Y qué son las bases de la convocatoria? Son como las “instrucciones” del proceso selectivo. Las bases se publican también en un Boletín Oficial, y en ellas, además de la información contenida en la convocatoria, se nos van a detallar también los requisitos necesarios que deben cumplir los candidatos para poder participar en el proceso selectivo (por ejemplo, tener una titulación determinada), la forma en que deberemos presentar la instancia y abonar las tasas de examen, las pruebas concretas de que va a constar la oposición (por ejemplo, un test de conocimientos, una prueba de informática, test psicotécnicos, pruebas físicas…dependiendo de para qué sean las plazas a las que opto), los temas que voy a tener que estudiar y donde se van a ir publicando los sucesivos anuncios relativos a la convocatoria, como las listas de admitidos y excluidos y las fechas de los exámenes.
En ocasiones, además de tener que superar las pruebas de la oposición, puede que nos den puntos por posibles “méritos” que podamos tener. Es lo que se llama “concurso” y en este caso, el proceso selecivo sería el de “concurso-oposición”. Como méritos que suelen puntuar en un concurso, podemos citar a modo de ejemplo el tener una titulación superior a la exigida, haber trabajado antes para la Administración, haber realizado algún curso o conocer algún idioma. Son raras las ocasiones en que en un proceso selectivo sólo se puntúan méritos y no debes superar ninguna prueba, en cuyo caso el proceso selectivo consistiría únicamente en el concurso. Este último caso se da sobretodo para bolsas de trabajo temporal, más que para plazas “fijas” como funcionario de carrera.
Si estás pensando estudiar una oposición, es importante que te informes acerca de las pruebas que suelen exigirse, de la extensión y dificultad del temario, del número de plazas y la periodicidad habitual en que suelen convocarse. Una vez tomada la decisión, debes saber que la preparación de una oposición exige como ingrediente principal, la CONSTANCIA. Lo mejor es tomárselo como si fuera un trabajo.
Más importante que el número de horas que puedas dedicar cada día (o cada fin de semana) al estudio, es que seas constante. De esta forma, podrá costarte más o menos tiempo, pero seguro que alcanzarás TU META; UN PUESTO DE TRABAJO FIJO EN LA ADMINISTRACIÓN.
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